Israel y Hamás, el conflicto armado que parecer no estar ocurriendo dentro de las frpnteras ddel país
Análisis de tribunas publicadas en medios de comunicación española.
Created Nov 18, 2023 - Last updated: Nov 18, 2023
En este trabajo se realizará un análisis sobre distintas tribunas dedicadas al conflicto armado entre Israel y Hamás publicadas entre las fechas del 12 y el 26 de octubre en dos medios de comunicación concretos: El País y El Confidencial. Con ello se pretende averiguar si estos textos, publicados en medios de distinta ideología, tienen o no un punto de vista común ante el conflicto.
Presentación
El conflicto armado entre Israel y Gaza que tuvo su estallido el pasado 7 de octubre de 2023 está siendo una de las más violentas del siglo. Aunque este enfrentamiento lleve ya en desarrollo desde 1948, en el último mes de octubre ha alcanzado un rango de acción completamente insospechado. Se trata de un conflicto sin precedentes en el mundo moderno con una cantidad de víctimas civiles que crean escalofríos. El ataque por parte de Hamás hacia Israel ha marcado un punto de inflexión en este contexto de violencia continuada en el tiempo, que puede acarrear la extensión más allá de las fronteras del país y convertirse en un conflicto mundial. Se da por supuesto que se conocen las bases del conflicto entre Israel y Palestina, pero es importante mencionar algunas claves que resultan indispensables para entender el momento presente.
En primer lugar, entender que Hamás y Palestina no son lo mismo. Una afirmación bastante obvia, pero necesaria para entender el foco de los ataques. Hamás es un grupo terrorista, o por lo menos así lo considera la Unión Europea, Estados Unidos e Israel entre otras potencias, que gobierna al Franja de Gaza desde el año 2006 y tiene como fin último la creación de un Estado Palestino. En cambio, en Cisjordania, la otra parte del territorio palestino, gobierna la llamada Autoridad Nacional Palestina (ANP), creada en 1994 como consecuencia de los Acuerdos de Oslo. Este acuerdo buscaba la paz entre Israel y Palestina dando un gobierno autónomo en Cisjordania y la Franja de Gaza. Pero desde 2006 Hamás salió victorioso en las elecciones y empezó a gobernar en Gaza, uno de los territorios más densamente poblados del mundo.
Si se centra el foco en la Franja de Gaza, desde el año 2005, Israel retiró sus tropas por completo, lo que supuestamente significaría el final del control de este territorio. Pero lejos de la verdad, Israel sigue controlando la entrada y salida tanto de personas como de recursos. Esto provoca que, como afirma el propio Antonio Gutiérrez, Secretario General de Naciones Unidas, se considere como “el infierno en la tierra”. El treinta y ocho por ciento de la población vive en situación de pobreza y el cincuenta y cuatro por ciento de los habitantes padecen inseguridad alimentaria.
Por otra parte, se tiene que mencionar la impunidad que el marco internacional ha mostrado sobre la manera de actuar de Israel. Este solo ha cumplido totalmente el 0,5 por ciento de las resoluciones en materia de derechos humanos que se han presentado, como afirma la BBC. Lo que significa que, aunque se haya llegado a una especie de acuerdo, Israel ha incumplido muchas veces su parte del trato, y la comunidad internacional ha hecho la vista gorda al respecto. Según el Secretario General de las Naciones Unidas “no puede haber paz sin justicia, ni justicia si prevalece la impunidad”. Sin una intervención decisiva por parte de la comunidad internacional, el estatus de la ocupación puede mantenerse indefinidamente como consecuencia de los grandes desequilibrios de poder.
Hace falta mencionar a los aliados o apoyos externos que tiene cada uno de los bandos del conflicto. Por parte de Israel cuenta con el apoyo de Estados Unidos, una de las grandes potencias mundiales. Ejemplo de esto es que fue Estados Unidos una de las primeras potencias en considerar a Jerusalén como capital de Israel. Se trata de una zona muy conflictiva por su dominio entre Israel y Palestina debido a las connotaciones religiosas de la ciudad. Este apoyo se ha vuelto a reafirmar en el último mes, donde Estados Unidos no ha dudado en prestar su ayuda a Israel con el envío de tropas.
En cambio, por parte de Hamás los apoyos provienen sobre todo de Irán, que además de hacer posible, en tema de infraestructura, el ataque del pasado 7 de octubre, ha mostrado su apoyo a esta parte en varias ocasiones. Irán tiene interés en contrarrestar el poder que Israel está adquiriendo, y por tanto el apoyo a Hamás parece el movimiento más útil para este país. Aun así, ha dejado claro que, en caso de entrar en un conflicto armado de mayor envergadura, Irán no prestará su ayuda a Hamás.
El caso de China en este conflicto es parecido al que suele adoptar el país ante este tipo de situaciones: la neutralidad. Como afirmó el comunicado oficial del gobierno, el cual se publicó al poco tiempo del ataque del 7 de octubre, “China se considera una amiga tanto de Israel como de Palestina”. Una de las motivaciones del país para adoptar esta postura es que, aunque sienta mayor empatía por el bloque del sur que por el bloque occidental, no busca el mundo bipolar al que aspiran otros Estados, si no que busca un mundo bipolar, donde todo el poder resida en las dos grandes potencias del momento: Estados Unidos y ella misma. Por ello China actúa en base a estos intereses y no se ha posicionado todavía. Este último ataque por parte de Hamás ha desencadenó una nueva fase en este conflicto, donde la incertidumbre describe el contexto. No se sabe muy bien que va a ocurrir, si acarreará unas consecuencias a nivel mundial, si supondrá la llegada de la paz entre estos dos bandos o si esto es solo el principio del fin.
Por último, hay que mencionar que en el trabajo se referirá a lo que ocurre entre Hamás e Israel como conflicto armado, no como guerra. El término puede resultar algo tedioso en un trabajo de esta extensión, pero es algo necesario. Una guerra es un enfrentamiento entre dos Estados. Hamás no es un Estado, sino un grupo terrorista. Por tanto, denominar al conflicto como guerra supondría considerar a Hamás como un Estado, cosa que no es.
Objetivo
Habiendo sentado estos conocimientos respecto al tema que atañe, se puede continuar con la presentación del trabajo. En él, se realizará un análisis de distintas tribunas publicadas entre las fechas aproximadas del 9 de octubre al 26 de octubre de 2023. Se trata de los días más cercanos al hecho, y, por tanto, donde mayor número de publicaciones de opinión ha habido. Otra razón por las cuales también se han elegido estas fechas es que, a partir del mes de noviembre el número de tribunas que se publicaban disminuye considerablemente, por lo menos en los dos medios seleccionados para el análisis. Se centrará la atención en tribunas publicadas tanto en El País, como en El Confidencial, para poder comparar si en España se está siguiendo una misma línea editorial sobre el conflicto o si, por el contrario, dependiendo del medio donde se publiquen las tribunas la línea editorial cambia. Además, estos dos medios son de una ideología distinta, siendo El País más de izquierda y El Confidencial más de derechas.
Hay que mencionar que el objeto de estudio, al ser la tribuna como texto periodístico de opinión, tiene ciertas características que hay que dejar claras. Las tribunas son escritas por personas ajenas al medio. No son periodistas y no ocupan ningún puesto dentro del medio de comunicación. Por esto, es habitual encontrar tribunas en ciertos medios que nada tienen que ver con la ideología que marcan. Aun así, se puede analizar la opinión de las personas que han decidido escribir sobre el conflicto, al igual que la decisión de los medios de publicar o no dichos textos.
El objetivo principal de este análisis es averiguar si hay algún tipo de semejanza entre los medios analizados. Así, se podrá llegar o no a la conclusión de que en hechos tan importantes como un conflicto armado, los medios de comunicación llegan a una especie de acuerdo no escrito a la hora de opinar al respecto. En época tan complejas el control sobre los medios se dispara, es algo inevitable. Y puede que en España se estén mostrando el mismo tipo de opiniones en varios medios que a priori son de ideologías distintas.
Si esto ocurre, tendría un gran efecto sobre la Opinión Pública, pues, la opinión expuesta en los medios de comunicación suele tener cierto peso en la manera de percibir en este caso, un conflicto armado. Si ese posible acuerdo de opinar de manera semejante se está dando en la realidad, supondría una especie de opinión común en los lectores de los medios. Se crearía una unificación de la sociedad. Al contrario del divide y vencerás, los medios a lo mejor están uniendo ambos extremos del país, que actualmente se encuentran muy polarizados.
Justificación
A lo largo de la historia las distintas guerras siempre han tenido un apellido impuesto por la manera en la que los medios de comunicación se han comportado a lo largo del conflicto. Ejemplo de esto es la Guerra de Vietnam, también llamada la “guerra del cuarto de estar” debido a que fue la primera en la que la televisión tuvo vital importancia. Esto mismo ocurre con la Guerra Civil Española y la radio. Si no fuese por la radio, la esta guerra civil se podría haber desencadenado de otra manera.
Debido a la cantidad de textos de opinión que los medios de comunicación españoles, e incluso europeos, están publicando a diario, parece posible que este conflicto armado pase a la historia como un “conflicto de opinión”. Los textos de opinión tienen gran importancia dentro de los medios de comunicación y, por tanto, que se publiquen tantos parece demostrar que los medios están muy interesados en dejar clara su posición u opinión al respecto.
También hay que tener en cuenta que el conflicto entre Hamás e Israel está siendo uno de los más polarizados en lo que a opinión se refiere. Nadie queda indiferente ante el problema y todas las personas del planeta parecen escoger uno de los bandos, o Israel o Palestina. Esto supone que la Opinión Pública tenga una importancia incluso mayor de la que normalmente tiene. Y puede que esa polarización de opiniones sea, en parte, causada por la cantidad de textos de opinión que se encuentran en los periódicos.
También hay que tener en cuenta la cantidad de noticias que a diario inundan las páginas de los periódicos, que, aunque no sean textos de opinión, hace que este conflicto esté continuamente en la cabeza de los lectores del medio. Parece que se está creando la atmósfera perfecta para que este conflicto armado se acaba denominando el conflicto de la opinión.
Planteamiento
Para conseguir el objetivo del trabajo se analizarán las distintas tribunas seleccionadas en base a la cuestión principal de si el punto de vista desde el cual narran u opinan del conflicto tiene algo que ver con las tribunas publicadas en el otro medio. También se tendrán en cuenta ciertas cuestiones, que, aunque no sean las principales del trabajo, también tienen importancia.
¿Cómo se está tratando el tema del conflicto armado?, ¿dónde se pone el foco de atención? (al ser un conflicto que engloba tanto contexto, tanta historia, y tantas causas, es a veces necesario que en los artículos con un máximo de palabras se acabe escogiendo un punto de vista único para poder abarcarlo de manera clara).
¿Qué “bando” del conflicto ha escogido cada medio?
¿Son tribunas con opiniones muy contundentes? ¿O es más una exposición de los ocurrido emitiendo juicios de valor menos llamativos?
¿Cuáles son las semejanzas que se encuentran entre las tribunas de ambos medios?
El desarrollo del trabajo estará dividido en dos grandes apartados: las tribunas analizadas publicadas en El País, y las tribunas analizadas publicadas en El Confidencial. Dentro de los dos apartados, se hará un breve resumen o conclusión sobre las ideas más importantes que se hayan sacado del análisis. Esto no supondrá que al final del trabajo se haga una conclusión más extensa sobre la comparación de ambos medios de comunicación. No se hará un análisis individual de cada artículo, ya que puede suponer algo tedioso. Se centrará el foco en las ideas que se extraigan de la lectura realizada de dichos textos.
Metodología
Para la realización de este trabajo se han consultado distintas tribunas publicadas entre el 9 y el 26 de octubre tanto en El País como en El Confidencial. Se ha leído atentamente todas estas tribunas para poder realizar un análisis exhaustivo de las ideas principales que se presentan. Además, se han consultado distintos artículos divulgativos y académicos sobre el conflicto entre Hamás e Israel para poder realizar ese análisis de las tribunas de la manera correcta. Ha habido un trabajo de documentación previa al análisis.
Por último, se han elegido los distintos aparatados en los cuales iba a dividir el cuerpo del trabajo siendo definitivos tres apartados y dos subapartados. En el primer apartado se analizan las tribunas de El País y en forma de subapartado se expone una pequeña conclusión a cerca de las ideas principales extraídas del análisis. Esta ha sido la misma manera de plasmar el análisis de los textos de El Confidencial. Al final habrá un apartado donde se realice una conclusión más extensa sobre la comparación de ambos medios de comunicación.
Desarrollo
Tribunas de El País
En las tribunas de El País hay como característica general la idea de globalidad del conflicto. Esta afirmación no significa que el conflicto entre Hamás e Israel no suponga unas consecuencias en otros países e incluso a nivel mundial, pero, en todas las tribunas el tema principal son los apoyos exteriores al conflicto y en ocasiones la manera de actuar de la Unión Europea incluso antes del estallido del conflicto armado. No suele haber menciones a los ataques que ocurren dentro de las propias fronteras del país afectado, excepto en párrafos sueltos. Pero nunca supone el tema principal. Por tanto, un conflicto armado que está ocurriendo a miles de kilómetros se concibe desde un punto de vista que lo hace parecer muy cercano a nuestras fronteras.
Para demostrarlo se realizará un análisis exhaustivo sobre las tribunas seleccionadas haciendo hincapié en cómo estas están realizadas:
En la tribuna titulada “Israel y la quiebra definitiva del viejo orden mundial” escrita por Alicia García Herrero y publicada el 16 de octubre de 2023, se hace una descripción del momento clave en el que se encuentra el mundo. Y el motivo por el cual la población se encuentra en este momento clave ha sido en parte el ataque de Hamás a Israel. Este hecho ha dejado claro, según la autora, que el mundo se está resquebrajando en dos. Esta imagen ya se dejó ver en la Guerra Fría, y parece que se va en el mismo camino. El orden mundial se está rompiendo, y este nuevo conflicto armado no es más que otra evidencia de ello. Ha habido otras a lo largo de los últimos años, como el conflicto de Ucrania, al igual que los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos. Estos hechos dejan claro que el mundo está en una especie de periodo de ebullición que parece tener su explosión muy próxima.
“La posición de China tras el ataque a Hamás es una prueba más del deterioro de las relaciones entre Pekín y Washington, algo que podría conducir al mundo a una nueva Guerra Fría”. Así empieza Alicia a relatar el conflicto entre Gaza e Israel. Esto evidencia que el punto de vista que se ha tenido a la hora de redactar esta tribuna es casi completamente global. A lo largo del texto no se hace mención del conflicto dentro de las fronteras afectadas. Al revés, parece que se deja la información sobre heridos y fallecidos, al igual que la información de ataques o respuestas de los líderes, a la sección de actualidad o sucesos del periódico. En esta tribuna, como en casi todas las de este medio, se centra el foco en el efecto internacional que el hecho tendrá. Se habla de alianzas, de maneras de actuar de otros países, del contexto internacional y de las negociaciones que está habiendo entre los distintos Estados. Se trata el tema del conflicto entre Hamás e Israel sin casi hablar de estos.
Casi todas las tribunas publicadas en estas fechas siguen el mismo patrón.
En la tribuna titulada “El eterno (e inútil) retorno a la violencia en Palestina” escrita por Jesús A. Núñez Villaverde y publicada el 13 de octubre de 2023, ocurre lo mismo que en la anterior. Aunque esta vez sí que se dedican unas pocas palabras a la explicación de lo que está ocurriendo dentro de las fronteras de Israel y Gaza afirmando que “Israel se muestra ahora como un verdugo disfrazado de víctima, argumentando que no tiene más remedio que responder al ataque recibido”, vuelve bastante rápido a la idea de globalidad. En los dos primeros párrafos sí que se explica que Hamás no tiene medios para lograr vencer a Israel y que Israel tiene la fuerza suficiente para conquistar la mayor parte de la Franja de Gaza. Emitiendo juicios de valor moderados como por ejemplo “como si la guerra hubiese empezado el pasado sábado” haciendo referencia a la manera de actuar tan infantil y fácil que está llevando a cabo Israel retratándose como puras víctimas o “como si un Estado que se declara democrático pudiera actuar como un estado terrorista” tirando por suelo los ataques realizados por Israel y poniéndolo al mismo nivel que el grupo terrorista.
Jesús A. Nuñez sí que deja clara su posición sobre la manera de actuar de ambos agentes involucrados, pero, en el tercer párrafo de la tribuna ya cae en lo que se ve en el resto de los textos publicados en este medio. En este nuevo párrafo afirma que una de las causas de la situación que se está viviendo en la ineficacia de la ONU de llevar a cabo las resoluciones que muchas veces se han intentado hacer para poder llegar a una paz duradera. A esto le suma los errores por parte de la Unión Europea, que lejos de estar actuado de la manera correcta, también es uno de los órganos culpables del estallido de este conflicto armado. Otra vez, se ve ese toque de globalidad que se le está dando a las tribunas de los periódicos. Continúa afirmando que “esta generalizada falta de capacidad y voluntad política determina que el protagonismo vuelva a recaer en los actores armados”, haciendo referencia así a que la incapacidad de tomar una decisión o de actuar como es requerido en este momento tan crucial, tanto por los países que están apoyando a uno de los bandos, como las organizaciones internacionales tienen la mayor parte de la culpa de la explosión de esta nueva fase del conflicto.
Esta misma tribuna acaba con un párrafo un tanto peculiar. Sin haber ningún tipo de mención previa a las víctimas humanitarias del conflicto durante el resto del texto, el autor decide dar el punto final a la tribuna de la siguiente manera: “Entretanto, en el ámbito humanitario, asistimos a un nuevo capítulo de una tragedia que tiene a la población palestina como sufridora principal y que asume como un efecto colateral de un conflicto para el que no se vislumbra final”. Esto es algo de lo que el resto de las tribunas también tomará uso. Se añadirán pequeños párrafos mencionando cifras o hechos que hayan ocurrido dentro de las fronteras de Israel o la Franja de Gaza, puede que para dar un aspecto más cercano a los afectados. Aunque estos números suelen estar más presentes en la sección de sucesos, no en la de opinión. Aun así, estas tres líneas es todo el espacio que se dedica a las víctimas a causa de los tiroteos y las bombas, dejando como principal protagonista las actuaciones de aliados o grupos internacionales.
También hay que mencionar, que, aunque todas las tribunas siempre pongan como foco principal el efecto internacional que este conflicto está teniendo, también, ya sea a modo de breve mención o dedicando algún párrafo suelto a lo largo del texto, muestran otros aspectos del enfrentamiento. Lo que prima es el efecto global, pero esto no supone que solo sea ese efecto de lo que se hable.
Esto se deja ver en la tribuna titulada “La deuda de la testigo” escrita por Constanza Michelson y publicada el 14 de octubre de 2023. Este texto empieza: “Frente a las imágenes del horror no corresponde tomar partido; en el fútbol se toma partido. Ante el horror los testigos tomamos posición: la imagen obliga a pensar”. Esta frase deja clara la posición de la autora frente al conflicto, haciendo una especie de llamamiento a que las personas que están siendo testigos del conflicto a través de los distintos medios de comunicación, aunque no sean afectadas directamente por el conflicto, son obligadas a pensar debido a las imágenes que presencian.
Continúa diciendo que “al decir de Cortázar, cuando pasa algo raro, como tener una araña en el zapato, ese encuentro nos empuja a hablar. No importa cuántas arañas hayamos visto o si somos expertos en ellas, el espanto exige. Lo personal es lo real”. Todas las imágenes que llegan del horror que se está viviendo a miles de kilómetros de España hacen que la población de este país quiera entrar en acción. No se pueden quedar quietos ante las atrocidades, tienen que actuar. Por tanto, esta autora tampoco se centra en la dimensión más local del conflicto, refiriéndose a los distintos ataques o las muertes civiles que está acarreando, si no que se centra en la población española y cómo esta está siendo afectada por el conflicto. Tampoco trata el conflicto de manera local, pero es verdad que muestra otro enfoque.
Más adelante, en esta misma tribuna se hace mención de la tardanza de Pedro Sánchez, el actual Presidente del Gobierno en funciones, en la respuesta sobre el conflicto de Israel y Hamás. Aunque varios países de la Unión Europea ya se habían decantado en el conflicto, España todavía no había dado ese paso. “Sin duda es más fácil tomar partido qué posición. Porque la posición se piensa cada vez, no está escrita de antemano. A veces tememos más a los amigos que a los adversarios. No callamos solo por represión, también por miedo al rechazo.” Si la ciudadanía se ve obligada a actuar, como ya se ha afirmado anteriormente, a causa de las imágenes e informaciones que reciben, pero el gobierno procrastina esa toma de decisión, difícilmente el país llegará a ningún lado. La autora deja clara esa posición en contra de la manera de actuar de Pedro Sánchez, sobre todo con la frase: “Y así como necesitamos líderes que aspiren a que haya futuro, quienes los elegimos debiésemos también preguntarnos si lo hacemos con algún objetivo digno.”
Por tanto, en esta tribuna tampoco se habla de manera explícita del conflicto armado entre Hamás e Israel dentro de sus fronteras. Al revés, tras hacer una breve mención a lo ocurrido en Gaza y dejar claro que un grupo terrorista que se escuda en su propia gente no es algo lícito, o que el conflicto ya no transcurre en un territorio acotado como ocurría antes, cambia el foco y empieza a hablar de cómo este conflicto está afectando a España y su política. Por tanto, se vuelve a opinar del conflicto sin tratarlo de cerca.
Esto mismo ocurre en la tribuna titulada “Israel-Palestina, entre la paz y la muerte” de Sami Nair y publicada el 13 de octubre. En esta tribuna se vuelve a dar la misma estructura que en el resto de las que se han publicado en este medio. Primero un pequeño contexto dejando claro el conflicto y la opinión al respecto. En este párrafo introductorio se intenta explicar en pocas líneas la situación actual de Israel y Palestina, así como hacer referencia a toda la historia que acarrean detrás. Después, se empieza hablar de los aliados, los intereses de Estados exteriores, el poder de EE. UU. y China en el conflicto, o cómo Irán ha hecho posible el ataque por sorpresa de Hamás. Esto da ese carácter global que tantas veces se ha mencionado a lo largo de este análisis. Es decir, que un conflicto acotado en unos pocos kilómetros de territorio, son capaces de llevar al mundo a una nueva Guerra Fría, al igual que las razones de que este conflicto haya llegado tan lejos reside en la mala actuación de las organizaciones internacionales que supuestamente fueron creadas para crear un mundo en paz y equilibrio. A lo largo del texto se van incluyendo pequeños párrafos o menciones sobre lo que está ocurriendo en el territorio de Gaza o en Israel, pero sin acabar de desarrollar la idea. Es verdad que se emiten juicios de valor al respecto, pero de manera ligera. En esta tribuna en particular se afirma sobre la decisión de cortar la luz, el gas y el agua a por parte de Israel a la Franja de Gaza, porque estos los consideran animales y actuarán en consecuencia, que esta es “una actitud que favorece, sin duda, los planes de los más radicales en ambos lados. Y esto es solo el comienzo…”. Con esta afirmación, el autor deja claro que de verdad cree que lo que está ocurriendo en este conflicto armado es solo el principio de todo lo que vendrá después, tanto nuevos ataques cada vez más horrorosos y sangrientos, como el resquebrajamiento del mundo tal como lo conocemos.
La única tribuna que rompe con la estructura del texto es la titulada “Dispara y calla” que tiene como autora a Ana Carbajosa y fue publicada el 12 de octubre.
En esta tribuna se deja apartada la idea de globalidad de conflicto para tratar el tema de la disputa entre Israel y Hamás con pelos y señales. Se pone de manifiesto todos los errores que se han cometido por ambos bandos, sin ningún tipo de escrúpulo al respecto. Con un lenguaje conciso y directo, la autora saca a relucir un asunto que a lo mejor se deja leer entre líneas en otras tribunas, pero que nunca se ha dicho de forma tan clara. Lo ocurrido entre Israel y Hamás es un asunto sin precedentes. Se trata de un conflicto distintos a los ocurridos con anterioridad. En otras tribunas se dice que se trata de una nueva fase del conflicto entre Israel y Palestina, pero Carbajosa sabe que no es así. Esto supone que este nuevo ataque puede suponer el acarreo de grandes consecuencias. “Nunca antes el enemigo había campado a sus anchas secuestrando a más de un centenar de personas y acribillando a balazos a los pobladores de los kibutz y de localidades cercanas a la Franja, matando a 1.200 personas”. Esto nunca se había visto, y, por lo tanto, no se puede comparar con hechos ocurridos anteriormente. Esto se vuelve a dejar ver cuando afirma que “Es también el sentimiento de abandono que sienten cuando el ejército bombardea sin tregua la franja de Gaza, aparentemente ajeno a la suerte que puedan correr los rehenes. Esto también es nuevo en Israel, un país que en el pasado se ha movilizado hasta el extremo para recuperar a los vivos y también a los muertos de su bando”.
En esta misma tribuna también se centra el foco en los civiles afectados dedicando más de un párrafo a ello. Con frases como “durante todos estos días y todavía ahora, cunde la sensación de caos y de abandono entre la población israelí” o “una amiga me enseñaba esta semana la foto de sus familiares, que viajaron a la frontera sur desde Tel Aviv con cajas llenas de alimentos para los soldados porque les faltaba comida”, se entiende que la autora del texto quiere transmitir esa preocupación y miedo con la que a diario tienen que convivir los civiles sin tener culpa ni poder ninguno.
Por último, en esta tribuna se hace mención del tema de los militares israelíes y de dónde se encontraban durante el brutal ataque que realizó Hamás sobre el país. Esto supone tratar un tema bastante local del conflicto teniendo en cuenta esa fijación por los actores externos. Pero en esta tribuna se habla largo y tendido sobre el tema, dejando clara la manera de actuar por parte del ejército israelí. También hace hincapié en las pocas y malas respuestas que este ha tenido con la población de Israel, dejando ver que se trata de una respuesta cogida con pinzas.
Por tanto, en esta tribuna se enfoca el conflicto desde otro ángulo completamente distinto, dando voz a acciones por parte de los dos bandos que en otras tribunas parecen olvidadas, y sobre todo, tratan el conflicto desde el punto de vista de estos ataques y contraataques, ya sean armados o de mensajes a través de los medios de comunicación, que ambos bandos llevan acarreando desde el 7 de octubre.
Conclusión
La práctica general en todas estas tribunas analizadas es tratar el conflicto armado como un enfrentamienti que sobrepasa las fronteras del país afectado y acarrea consecuencias a nivel global. Esto queda demostrado cuando en las distintas tribunas se habla de una incipiente nueva Guerra Fría, el continuo echar la culpa a las organizaciones internacionales por no saber llevar la situación y mucho menos conseguir una paz duradera a través de distintos tratados y acuerdos, los cuales siempre acaban rotos sin acarrear consecuencias para el país que los incumple, o incluso cuando se centra el foco en España como país y en cómo este conflicto que está ocurriendo a miles de kilómetros puede cambiar el día a día, ya que si el presidente no responde de la manera que se considera adecuada supondrá una bajada en la popularidad de este y por tanto, puede acarrear unas consecuencias que no están controladas por el propio gobierno del país.
Tribunas publicadas en El Confidencial
En el periódico digital El Confidencial también se han publicado numerosas tribunas que tienen como tema principal el conflicto entre Israel y Hamás. Se analizará si también se vuelve a hablar del conflicto como lo ha hecho el periódico El País, de manera global o, si, por el contrario, tratará este tema desde un enfoque distinto o más cercano.
En la primera tribuna titulada “El ataque de Hamás y el nuevo gran conflicto que enfrenta Occidente” escrito por Ramón González Férriz y publicado el día 12 de octubre de 2023 deja claro ya en el título que el enfoque será parecido a los anteriores. Queda demostrado con la parte del título que afirma que hay un “nuevo gran conflicto que enfrenta a occidente”. No se trata de algo que no sea verdad. El nuevo conflicto que ha estallado en Israel supone un cambio radical dentro de Occidente, pero es verdad que se trata del mismo punto de vista que el medio anterior está dando al conflicto.
En esta tribuna se afirma que “el bloque de naciones que quieren acabar con la hegemonía occidental, y con los valores liberales, va en serio. Tiene recursos limitados, pero ha comprobado que las sanciones occidentales no son omnipotentes”. Con esto el autor afirma que, aunque se trate de un conflicto focalizado dentro de unas fronteras que no se encuentran en occidente, sí que supondrá unas consecuencias e incluso el fin de la hegemonía de esta. Se trata de un conflicto, según el autor, que engloba a todo el mundo. Más adelante se dice que “Hamás cometió la atroz matanza del sábado pasado porque sabe que los palestinos están cada vez más solos. En los últimos años, con la ayuda de Estados Unidos, Israel ha persuadido a algunos de sus históricos adversarios, como Marruecos, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí”. De nuevo, se menciona a los países que apoyan los distintos bandos desde fuera de las fronteras, poniéndolas como mayor causa del conflicto. Cuando afirma que Hamás cometió las atrocidades del sábado pasado porque los palestinos están más solos que nunca, debido a que los ataque por parte de Israel cada vez se hacen más inaguantables sin que nadie de la cara por ello, da a entender sin lugar a duda, que una de las razones principales por las que se llevó a cabo el ataque fue la falta de apoyos a Palestina por parte de Estados del exterior.
Es de vital importancia la parte donde afirma que no se trata de una novedad histórica el hecho de que los palestinos estén solos, ya que, por ejemplo, Egipto se niega a abrir las Frontera con Gaza. Pero continua de la siguiente forma: “Al mismo tiempo, y aunque parezca paradójico, Hamás actuó el sábado pasado con esa crueldad porque sabe que forma parte de un bloque político que va más allá de Irán y de Siria, y que incluye a países como Rusia, Corea del Norte, Venezuela o Cuba.” Es decir, que Hamás no está tan sola como pueda parecer. Puede que esos apoyos o ese bloque del que se siente parte no hayan actuado a su favor antes del ataque del sábado 7 de octubre, pero habiendo estallado un conflicto armado tan atroz y cruel, y debido a la globalidad que el conflicto está teniendo, espera que este bloque salga en su ayuda. Hamás ha hecho que el bloque que le apoya se movilice a través del ataque acontecido.
En esta tribuna también se afirma que “en su versión más cruda, favorecen las intervenciones terroristas o bélicas para limitar la influencia estadounidense y europea y tratar de poner al bloque occidental a la defensiva”. Los apoyos que Hamás está recibiendo tienen que ver, más que con la causa palestina, que no se niega que sea una de las razones, con los intereses del bloque formado por Rusia, Corea del Norte, Venezuela o Cuba, entre otros, de rebajar lo más posible la influencia que Estados Unidos y Europa tienen ahora mismo a nivel mundial. Ese apoyo a Hamás no es más que una muestra de los intereses de romper el orden mundial tal como se conoce, intentando quitar el poder a quien lo tiene, y haciendo que el conflicto, de nuevo, salga de las propias fronteras de Israel.
El autor afirma que el fallo se ha cometido a nivel global. No es culpa de Hamás por tirar la primera piedra de esta nueva etapa del conflicto, sino que es del mundo en su totalidad por pensar que este estallido del conflicto armado no iba a ocurrir. Desde occidente se veía a Hamás como un grupo odioso, pero no irracional, como afirma la tribuna, y se ha demostrado que esto no es así. Hamas ha demostrado que no tiene miedo a atacar a Israel, aunque el ejército israelí gane en número y capacidad. Y es culpa del mundo en su totalidad por no haberse dado cuenta de que este grupo terrorista era capaz de cometer semejante ataque.
También se menciona que el ataque y este conflicto que ha inundado los medios de comunicación en Occidente es una especie de reivindicación. Se trata de una idea que plasma el autor que es muy interesante, porque sugiere que otra de las razones por las cuales el conflicto que estalló el 7 de octubre reside en que el bloque mundial que quiere acabar con el actual orden mundial quería ser el centro de atención.
No afirma que esta suponga de la única razón, ya que el conflicto que se tiene entre manos es uno de los más complejos que se han visto a lo largo de la historia, pero sí que afirma que una de las tantas razones que han podido generar el estallido de esta nueva fase del conflicto es que querían poner sus reivindicaciones en el centro mediático. “Tiene recursos limitados, pero ha comprobado que las sanciones occidentales no son omnipotentes” (refiriéndose a Israel) “seguirá sirviéndose de carne de cañón como la palestina, o los soldados rusos en la invadida Ucrania, para poner sus reivindicaciones en el centro mediático”. El bloque de naciones que quiere acabar con la hegemonía occidental está dispuesta a apoyar distintos conflictos, ya sea el de Israel con Hamás o el de Rusia con Ucrania, para aparecer en todos los medios de comunicación. Así pues, se da a entender que los estallidos de estos dos conflictos han tenido una causa que tiene que ver mucho más allá de las rendijas entre las dos partes implicadas. Supone una parte de un plan del bloque de naciones en contra de la hegemonía occidental para acabar con el orden mundial tal como lo conocemos.
Por último, hay que decir que en esta tribuna hay un total de dos líneas que se enfocan en las víctimas del conflicto. “Estos errores intelectuales son dramáticos por las muertes no evitadas”, haciendo referencia a todas las víctimas mortales que el conflicto está suponiendo tanto para Israel como para Palestina.
En la tribuna titulada “Una guerra total… ¿contra quién?” escrita por Rubén Amón y publicada el 16 de octubre de 2023, aparecen ya las palabras “guerra total” en el propio título. No debe sorprender que el enfoque sea el mismo que en las tribunas analizadas con anterioridad.
En el primer párrafo de este escrito ya se empieza a visionar de una guerra total, aunque no se tenga claro el enemigo. Esto da a entender que se trata de un conflicto tan global, tan total, tan fuera de las fronteras, que es imposible saber contra quien se está luchando. Al tratarse como un conflicto entre dos ideologías, más que un conflicto entre dos poblaciones, la israelí y la palestina, es muy complicado saber quienes están en cada bando, y, por tanto, es imposible sabe con exactitud contra quién se está luchando. “No es fácil definir el concepto de la proporcionalidad” afirma el texto. Se trata de un conflicto tan global que es imposible saber las proporciones de la lucha. “Descabezar Hamás es tan difícil como distinguir el alquitrán del alquitrán y del aire de Gaza, aunque el problema de identificar quién es el enemigo también concierne a la responsabilidad inequívoca de sus patrocinadores”. No solo es complicado distinguir el propio enemigo dentro de Gaza, si no también fuera de las fronteras del país, ya que, debido a los apoyos externos, Israel, así como el resto de los Estados implicados, es incapaz de definir un enemigo. Y sin tener un enemigo claro el conflicto aumenta su complejidad, tanto para la lucha como para la resolución.
Esto ocurre también, según Rubén Amón, con el territorio del conflicto. “… la guerra contra los cómplices exteriores que aspiran a la destrucción de Israel deriva el conflicto a un escenario territorial mucho más difuso y complejo de cuanto puedan determinarlo los 43 metros cuadrados (y martirizados) de Gaza”. Al igual que con el enemigo, el territorio se ha vuelto tan global que intentar darle unas dimensiones proporcionadas resulta muy complicado, casi imposible. Debido a todos los intereses que están contaminando o incluso generando el conflicto armado entre Hamás e Israel, hace que el campo de batalla, aunque parezca limitado, no lo sea. En las tribunas de El País se hablaba de una nueva Guerra Fría, y esta idea de la tribuna de Rubén Amón va un poco en la misma línea. Se está gestando un conflicto más de ideología que de problemas locales, de dos bandos que quieren distintos órdenes mundiales que no son compatibles entre sí. El conflicto armado de Gaza e Israel parece que, a través de estas tribunas, está dejando de tratarse de un enfrentamiento entre Israel y Palestina, si no que se concibe como un conflicto entre dos mundos.
De nuevo en este texto las menciones a las víctimas civiles o militares que hay a diario en la Franja de Gaza, independientemente del bando, son casi nulas.
En la tribuna titulada “Israel no debe repetir los errores de EE. UU. tras el 11-S” escrita por Ramón González Ferriz y publicada el 26 de octubre de 2023, tampoco se encuentra una discordancia en el punto de vista desde el cual se está opinando de este conflicto.
En el caso de esta tribuna, sí que se afirma que Israel tiene cierta potestad para responder al ataque de Hamás, pero, es verdad que aconseja que no caiga en los mismos errores que provocó la ira que sintió EE. UU. tras el ataque terrorista del 11-S. En este caso, se está comparando uno de los grandes hitos de la historia, como de los medios de comunicación, con el reciente ataque del día 7 de octubre en Israel. Por tanto, el autor aconseja a Israel no atacar desde la ira que puede sentir en estos momentos, y sobre todo a no actuar con la sangre caliente porque puede acarrear grandes consecuencias como por ejemplo las que tuvieron la entrada de EE. UU. a Afganistán o a Irak. De esta manera, se vuelve a hacer una comparación del ataque del 7 de octubre con el ocurrido en Estados Unidos en el año 2001, creando otra vez esa imagen de interconexión entre países que tanto se está dando en estos textos. Se habla casi más de Estados Unidos y los errores que cometió en el pasado que la situación actual del Israel. De nuevo, se vuelve a opinar sobre el conflicto entre Israel y Hamás sin ni siquiera nombrarlos.
En la tribuna titulada “Guerra en Israel, ¿qué tiene que ver maduro en Irán?”, escrita por Julio Borges Junyent y publicada el 13 de octubre de 2023, deja entender por el título que de nuevo se volverá a hablar de cómo este conflicto armado está afectando a la población dentro de las fronteras de Venezuela. Se hablará antes de lo que tiene que ver Maduro en todo esto que en los propios hechos que a diario acontecen en la Franja de Gaza.
En esta tribuna se exponen las motivaciones y acciones que Maduro tiene en el conflicto de Gaza. Aunque sea considerado un texto que trata el tema del conflicto armado entre Hamás e Israel desde el punto de vista de los intereses de Venezuela en el conflicto. El texto comienza con una frase muy esclarecedora sobre el punto de vista que se va a tomar del enfrentamiento: “El pasado 7 de octubre, el mundo amaneció sacudido por los cuatro costados”. El mundo en su totalidad amaneció sacudido por un conflicto que estalló fuera de las propias fronteras de todos los países afectados. Continúa más abajo en el texto afirmando que “es un frente más de la Guerra Fría que se libra en esta época, donde potencias antioccidentales como China, Rusia e Irán están moviendo sus fichas de manera quirúrgica para tratar de incrementar su influencia en el mundo, promoviendo la intensificación de las lucha políticas, étnicas y sociales, así como los radicalismos, sin importar que esto derive en tensiones políticas o en conflictos armados, tampoco en la erosión de la democracia”. Es un conflicto global y total. También se vuelve a mencionar la nueva Guerra Fría, un término que se ha usado en varias tribunas ya analizadas y que muestra de manera muy clara que el conflicto de la Franja de Gaza va a afectar al mundo de manera global.
En esta tribuna se centra más en foco en los efectos que este conflicto está teniendo dentro de las fronteras de Venezuela. Se explica la penetración de Irán en Venezuela y cómo esta última ha sido una especie de laboratorio de ensayos, en parte para el propósito del conflicto que atañe. También se explica que Maduro ha perdurado tanto en el poder en parte por los apoyos de Irán, sobre todo porque hace posible evadir las sanciones de occidente.
La tribuna termina con la siguiente frase: “Sin embargo, al mismo tiempo, sigue consolidándose a toda velocidad un proyecto global que viene por la destrucción de nuestros valores de libertad”. El autor de la tribuna considera el conflicto entre Israel y Hamás como un ataque a los valores y libertades de occidente.
Por último, y en la misma línea que el enfoque de la tribuna anterior, la tribuna titulada “La miseria infinita de la izquierda española con el pueblo israelí” escrita por Juan Soto Ivars y publicada el 9 de octubre de 2023, vuelve a usar la misma manera de enfoque del conflicto.
En esta tribuna se habla de la manera en la que la izquierda española actúa frente a un ataque que Hamás comete contra la población israelí.
Se explica que algunos integrantes de la izquierda española publicaron diferentes tweets con “lemas prefabricados” sobre la libertad del pueblo palestino tras el ataque contra unos jóvenes israelíes que acudían a una rave. En el texto hace una comparación bastante interesante sobre las motivaciones que ha podido tener este ataque, como por ejemplo el hecho de que la rave se celebrase un sábado. En Israel, como en muchos países de occidente, se está viviendo un descreimiento, como afirma el autor, de las antiguas creencias. Los asistentes a esa fiesta estaban saltándose el Sabbat, una festividad sagrada en Israel. Por tanto, se trata de jóvenes israelitas que tienen unos ideales parecidos a los izquierdistas españoles como la mala imagen de la ocupación o de la guerra. Por tanto, con ese ataque se intentaba atacar al perfil de gente que se sabía que iba a acudir a esa rave.
Pero la izquierda española, parece que ajena todo este contexto, simplemente publicó esos tweets al poco tiempo de que la noticia llegase a España. Pero la realidad es que Hamás estaba asesinando y violando a jóvenes israelitas. Por tanto, las consignas de libertad a Palestina no eran de lo más adecuadas en el momento. Así pues, se muestra ese anhelo de posicionarse en el conflicto que se estaba viviendo ahora mismo en España sin tener la necesidad o incluso la decencia de informarse sobre lo realmente ocurrido. “Para esas mentes rígidas, siempre es el “pueblo palestino” contra el “Estado de Israel”, afirma el autor de la tribuna. En este acto no se intentó ver más allá de la concepción que se tiene del conflicto armado. Esto también tiene relación con el punto de vista de otras tribunas que han sido analizadas y que, se da por hecho que el conflicto no está siendo como ha sido antes. El enfrentamiento entre Israel y Palestina, o ahora entre Israel y Hamás está mutando, convirtiéndose en una cosa que no hemos visto antes, se trata de un conflicto que parece ir más allá. Y por esto, la izquierda española, por pecar de rapidez en la emisión de una respuesta al hecho, ha acabado teniendo un efecto negativo en su imagen.
Por tanto, y otra vez se repite, en esta tribuna, aunque al principio del texto se dé un contexto sobre el ataque en particular de la rave, que es el que se trata en la tribuna, directamente se va a la actitud de España ante el conflicto. No gasta líneas de texto en tratar un tema que haya ocurrido dentro de las fronteras israelíes. De nuevo, se trata el conflicto entre Israel y Hamás de manera externa al hecho, prestando atención a otro agente distinto.
Conclusión
Como se ha dejado ver en el análisis realizado de las distintas tribunas publicadas en El Confidencial, de nuevo se ha usado el enfoque del conflicto armado como un hecho con consecuencias globales. No se ha mencionado casi ninguna vez a las víctimas que hay dentro de las fronteras de la Franja de Gaza, y mucho menos se han tratado temas más locales del conflicto. Al revés, en casi todas las tribunas solo se afirmaba que se está ante una nueva Guerra Fría que cambiará el orden mundial y que una de las principales causas que ha hecho que este conflicto armado haya estallado es el empeño de un bloque de Estados que quiere acabar con la hegemonía mundial o la manera en la que el mundo funciona en la actualidad.
Conclusión del análisis
Como conclusión al análisis de estos 15 artículos seleccionados tanto publicado en El País como en El Confidencial, y teniendo en cuenta que todos estos textos han sido tribunas, se puede afirmar que todos están cortados por un mismo patrón.
No hay ningún texto en el que no se hable de los efectos globales del conflicto armado que se está viviendo ahora en Israel y Palestina. Es más, pocas veces se habla de los afectados dentro de las propias fronteras.
No se está diciendo que el conflicto armado entre Israel y Hamás no suponga un problema global que afecte a casi todos los países del mundo. Pero es cierto que el único punto de vista o la única manera de enfocar el conflicto, por lo menos en las tribunas de estos dos medios, es la misma.
Se han encontrado pocas diferencias entre las tribunas de ambos medios, pues al ser escritas por personas normalmente ajenas a este, es normal que no se trate de textos tan sesgados por la línea editorial. Aun así, el periódico se podría negar a publicar alguno de estos textos, pero no lo ha hecho, dando a entender que lo que se dice en ellos no queda muy lejos de la opinión o idea que el medio quiere dar sobre el conflicto.
Alguna diferencia sí que se encuentra en mínimas opiniones que se dan a lo largo de los textos, pero sin ser tampoco evidentes. En el caso de El Confidencial, al tratarse de un medio más de derechas, se nota cierto apoyo a Israel, sobre todo en el texto titulado Israel no debe repetir los errores de EEUU tras el 11-S, donde sí que afirma que Israel tiene potestad para responder al ataque de Hamás, o por ejemplo el texto titulado Dispara y calla que tiene como autora a Ana Carbajosa y publicado el 12 de octubre en El País, donde se nota mayor empatía hacia el pueblo palestino mediante la descripción del sufrimiento de los civiles en la Franja de Gaza. Aun así, no se trata de grandes diferencias, ya que todos los textos analizados caen en el casi vicio continuo de hablar del conflicto desde el exterior, desde los aliados o desde los efectos que los ataques están teniendo los propios países. Estos medios en particular no se han dedicado a insultar o alabar a uno u otro bando. Si que hay cierto posicionamiento de opinión, pero el fin que se busca con el punto de vista que se ha dado a las tribunas es la de hacer que este conflicto se conciba como un conflicto global, que afecta a todos y en el que todos están implicados. No han buscado minar la moral del contrario o realzar los buenos ideales del bando propio. Al contrario, parece que han dejado atrás esa práctica para explicar y opinar sobre cómo el conflicto ha traspasado la frontera y amenaza con acabar con la organización del mundo y los Estados tal y cómo se conocen.
Por tanto, se puede concluir que todas las tribunas, o por lo menos las analizadas en este trabajo están cortadas por un mismo patrón, unos mismos ojos desde los que se percibe el conflicto, y sobre todo una misma opinión al respecto: los ataques entre Israel y Gaza son cosa de todos, no solo de ellos, y aunque los civiles que mueran sean los suyos, en este conflicto están todos metidos, todos se han equivocado, y, sobre todo, todos deben hacer algo.
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